En este frío agujero
me siento mas protegido.
Aunque penséis que aqui muero
en este rincón siento abrigo.
Aquí pago la condena
de haber sido un despojo.
Para mí vale la pena.
Pues aquí no sufro enojos.
Aunque esté lejos del mundo
eso es lo que ahora quiero:
vivir meditabundo,
para un día empezar de cero.
Quizás nadie lo entienda.
Cómo se puede vivir así?
Pero he elegido mi condena:
vivir siendo un infeliz.
O tal vez haya sido impuesta
por los castigos que debo cumplir.
Pero ya no se admiten apuestas,
esto es lo que hay para mí.


Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta