En el fondo de mi infelicidad
hay una chispa de alegría.
Una dulce melancolía
que me permite estar en paz.

A veces lloro, y siento
haber perdido tantas cosas.
Pero no pienses ahora
que estoy podrido por dentro.

Aún siento en mi la ilusión,
la esperanza de un mañana,
encontrar un nuevo amor,
y ya no estar solo en mi cama

En ocasiones pienso en ti.
Pero también en el quebranto
que por necesidad sentí
cuando estabas a mi lado.

A veces te busco en otras chicas
y te veo en sus miradas.
Pero no me dañan con tu espina,
la que necesito llevar clavada.


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