No quiero tus billetes
a cambio de unos grilletes.
Quiero vivir en libertad
aunque deba abrazar la mendicidad.
No es más rico el que más tiene
sino el que menos necesita.
A mí me basta si alguien me quiere
aunque ninguno tengamos visa.
No quiero vivir con prisas,
ni atado a un reloj.
No necesito ser el mejor
esclavo de nuestros días.
Prefiero escribir poesía,
pero hoy la libertad de expresión
la castiga la policía.
Así que monto mi revolución,
en mi cama cada día
escribiendo alguna canción
que destruya esta agonía
de pretender la perfección
cuando eso es utopía.
Yo podría haber sido atleta
y ver a toda prisa el mundo.
Pero elegí ser poeta
y disfrutar los segundos.

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