Cautivo...
Por haber consumido
el placer de sus besos.
Ahora necesito excesos
para superar la adicción
y el dolor que dejó
el fin de aquella relación.
Esto no lo cura una medicación.
Sólo la droga mas dura
puede devolverme la vida
hasta que llegue el día
que pierda toda cordura,
pues nunca volví a encontrar
algo que pueda comparar
con aquella forma de amar.
Nada me puede sanar.
No creo que sienta placer
al estar con otra mujer
y tenerla a ella en mi mente.
Recuerdo que fué tan ardiente...
Dulce miel para mis labios.
Ni siquiera los mas sabios
podrán entender lo que sentí.
Bebí del más mágico elixir.
Esencia prohibida para mortales.
Bellas artes carnales.
Ella me elevó a los altares
y yo me sentí el mismo Dios.
Era magia cuando eramos dos.
Ahora es todo ilusión.
Pero nos hemos puesto de acuerdo
en que por mucho que haya dolido
somos un bonito recuerdo
que no caerá en el olvido.


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