Quiero gritarle fuerte al mundo
que yo también sirvo de algo
y si me das unos segundos
vas a entender de que hablo.
Que aunque ahora sea pensionista
si tuviera la oportunidad
querría vivir como un artista
callejero de cualquier ciudad.
Ya lo intenté más de una vez
y me daba lo justo para comer,
y para gastar en algun vicio.
Pero alguno me sacó de quicio
echándome de dónde estaba,
sólo porque a él le molestaba.
Y yo sin poder protestar,
humillado, me tenía que marchar
Ahora no es mi mejor momento
pero hay mucho que protestar
por el enorme sufrimiento
de esta falta de libertad

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