Hoy debo dar gracias al Universo
por permitirme la existencia.
Durante mucho tiempo me sentí preso,
pero están cambiando mis creencias.
A veces puedo sentir como vuelo,
y aunque siempre habrá jaulas de oro,
no pararé hasta llegar al cielo
dónde podré sentirme libre del todo.
Aún hay luz en mi interior
y sangre caliente en mis venas.
intento hacerlo cada vez mejor
porque creo que vale la pena.
Si alguna vez actué con rabia,
también lo hace así Gaia
contra todo lo antinatura.
Yo lo hice contra la tortura
de una sociedad injusta
a la que el castigo gusta
mucho más que una droga.
Yo tuve en mi cuello su soga
pero lejos de colgar de ella
alcé el vuelo hacia las estrellas.
Hoy me siento fuerte y libre.
Mis versos tienen el suficiente calibre
para desangrar las conciencias
de quien se aferra a sus creencias
y no acepta otra opinión.
Siempre existirá otra opción.
No existe una verdad absoluta,
Aunque siempre habrá quién lo discuta.