Una vez dije que los raperos
eran todos unos vagos
pero si no fuera por algunos de ellos
quizás ya me habría colgado.
El rap me ha dado compañía
en las noches más oscuras.
Ahora veo de otro modo la vida,
y veo que no hay quién no sufra.
En sus letras veo mi reflejo
más claro que en mi propio espejo,
así que debo retirar tal calificativo,
pues es de todo menos constructivo.
Uno de los más grandes es Solitario
pues con él me siento más identificado.
Yo, como él, he vivido un calvario
más de media vida encerrado.
Aunque nunca maneje como él las letras,
es la mejor fuente de inspiración
para quién, como yo, quiere ser poeta
y se considera un luchador.


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