Que curiosa es la vida.
Antes, que me querían,
tenía ganas de morir.
Ahora, que todos me odian,
me muero por vivir.
Si me comierais la polla
sería mucho más feliz
No sóis más que puta escoria.
Os voy a destrozar la nariz
como hacéis vosotros con la coca.
Ya estoy viendo vuestra cicatriz
y llena de sangre vuestras bocas.
Y yo feliz como una perdiz
fumando siempre de mi hoja.
Menuda paradoja.
Yo que soy, de todo, aprendiz,
me convertí experto en desgracias.
Así que os doy, a todos, gracias
por convertirme en un pro
de todo lo que produce dolor.
Asi que, ahora, cuidado comigo,
no aplique yo, lo mismos castigos….


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