A veces siento que la vida
quiere ponerme todo en bandeja.
Pero lo que mi espejo refleja
es la esperanza perdida.
Todo lo que un día quise hacer
parece mas sencillo cada vez.
Lo que pocos comprenden
es cuantas cosas me detienen.
Unos dicen que son taras,
que es cosa de mi cerebro.
Otros, que tengo mucha cara,
y yo, por dentro, sólo muero.
Llevo años comiendome el tarro,
intentando salir del fango
y sacar a algunos conmigo,
pero me quedé sin mis amigos
y ya no tengo ganas de nada,
sólo de fumar marihuana
y escuchar música sin parar,
y escribir algún tema mío
para no tener que gritar,
ni pensar tanto en el sucidio.


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