La muerte

Cuando la muerte llamó a mi puerta
Me dijo: ¡desgraciado. Tu alma ya estaba muerta!
Antes de venir a buscarte,
porqué coño no avisaste?
Sabes lo que es venir desde el inframundo?
Te has parado a pensar por un segundo
qué tengo otras vidas que arrebatar?
Y le contesté sin vacilar:
– Muerte. Has pensado tú
qué sin alma estoy mas vivo?
Qué en este ataúd
que hoy es mi castigo
consigo encontrar abrigo?
Hoy puedes llevarte mi cuerpo,
pero aunque parezca muerto
tiene en su interior mil colores,
tiene mil olores y sabores,
mucha vida en su interior,
y sobretodo un precioso corazón.
Muerte! Llévame si es para siempre,
pero si acaso te arrepientes
no me pidas mas perdón.
Déjame al lado de Dios,
y cumple la que siempre fue tu condición.


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