Ángeles y demonios rondan mi alma.
Poco a poco las luces se apagan
y las sombras dejan ver la realidad.
Quién puede juzgar el bien o el mal?
Quién puede decir que es mas sana la cordura,
si al haber perdido mi amada locura
perdi con ella mi preciada realidad?
Quien puede etiquetar a un hombre
si por tener el mismo nombre
no quiere decir que seamos iguales?
Acaso los Pedros son normales
Y los Alexanders son tan desiguales?
Acaso hay una etiqueta que diga que somos iguales?
Si cada uno escribe su libro sin tinta,
tan sólo con el caminar de sus pasos.
Si cada uno decide sus ocasos.
Cada uno decide sus rutinas..
Y qué si no es la habitual?
Acaso por salirse de lo normal
hay que ser juzgados
etiquetados, malmirados…?
Acaso es cierto que este mundo está tan acabado?
Espero que no.


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