Si deseo cambiar el mundo
no puedo ser como los demás.
No puedo ser un corderito más.
Debo vivir cada segundo.
Psiconavegar profundo.
Aferrarme a mi verdad.
Cambiar tu mentalidad
con pensamientos profundos.
Dejar de ser iracundo.
Olvidar la vanalidad.
Gritar fuerte, ¡Libertad!.
Cuando sienta que me hundo
en mares nauseabundos,
comprender mi realidad:
Si deseo hallar felicidad,
debo hacerme vagabundo.


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