Dicen que estoy loco.
Yo creo que sólo un poco.
Lo suficiente para soñar
con un nuevo despertar.
Pero he hecho cosas muy raras
que ahora no entiendo ni yo.
Hice que todos se marcharan
y eso fué mi mayor error.
Ojalá pudiera explicar
lo que por mi cabeza pasó.
Hasta pacté con satán
buscando una solución.
Deliré como nunca lo hice.
Empecé a fijarme en matices
y darles mi propia interpretación,
producto de una alucinación.
Vi caminos que nadie vió
y figuras que nadie imagina.
Conocí al angel del rencor
y a algún alma divina.
Metí en casa a maltratadores
y ellos me enloquecieron.
Hoy no se que fue primero,
la paranoia o esos mamones.
Pues puede que mis alucinaciones
fueran producto de alguna sustancia
que me colaron esos cabrones
y no por traumas de mi infancia.
Ya no quiero seguir negando
mi calidad de bipolar,
pero creo que estoy pagando
lo que otro tendría que pagar.
Pues desde que pasó todo aquello
no he vuelto a levantar cabeza.
Todo me da pereza.
Y me bloquean los detellos
de los recuerdos nublados
que a veces vienen a mi mente.
Casi no recuerdo lo que ha pasado,
sólo sé que me siento ausente
como un pobre demente
que esta solo y amargado.
Que huye de la gente,
de tanto que lo han dañado.

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