Hace 22 años me pusieron una etiqueta.
Dijeron que tenía esquizofrenia.
Me dieron un montón de recetas,
y ahí empezó mi decadencia.
Las pastillas son la nueva lobotomía
y juro que no dejas de sufrir.
Por dentro es aún peor la agonía
pues ya no sientes, ni ganas de vivir.
Hablo desde mi propia experiencia,
y seguro que no soy único.
Un día me dará la razón la ciencia
y psiquiatría se disculpará en público.
Mira lo que hacían con los homosexuales.
Y de eso no hace tantos años.
Por qué juzgan de enfermedades
a cualquiera que se sale del rebaño?

Tenía toda mi vida por delante.
Había empezado a trabajar
y aúnque no fuí buen estudiante
tenía pensado triunfar.
Pero desde el maldito día
en que empecé a ir a psiquiatría
mi vida cambió por completo,
y hasta también mi aspecto
Antes era muy trabajador,
y un poquito presumido.
Ahora tan sólo soy un soñador
que absolutamente nada ha conseguido.
Sólo tengo en mi haber mis poemas
y la suerte de llegar a fin de mes
pero eso no me quita las penas
ni me hace olvidar el ayer,
no me devuelve lo perdido:
los años y los amigos,
y las mujeres que habría tenido
si no viviera este castigo.
Hoy dicen que soy bipolar
que debo seguir medicado.
Yo lo que quiero es protestar
pues para mí es vivir condenado.


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