Sufre como yo.

Hoy, más que nunca, quiero dañarte el corazón,

que sepas lo que yo he pasado por creer en tu amor.

Quiero que llores mil veces el haberme perdido,

tanto como lloré yo, por una vez haberte querido.

Quiero verte triste y no tener ninguna compasión.

Aunque me lo pidas de rodillas, no te daré mi perdón,

porque tu tampoco tuviste piedad conmigo,

por eso, quiero que sientas este mismo castigo.


Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta