Sí, soy pobre.

Si, soy pobre.

No tengo ni quiero sirvientes,

me basta con un buen plato caliente,

con una cama vacía

y alguien con quien gozar en compañía.

Mi mayor tesoro es mi perro,

las mil fotos con tus recuerdos

y la añoranza de tus besos,

un buen café y el cigarro de después,

y con eso soy feliz.

no ncesito ni metales, ni papeles,

ni plasticos para poder sonreir.

No necesito de una cuenta bancaria

que se interese por mí.

a veces, un folio en blanco,

un lápiz y un rato de soledad,

se convierten en lo exacto

para mi paz y tranquilidad.

Yo no temo al futuro, ni al pasado.

Es el presente, injusto e ingrato

el que siempre me ha desamparado.

Sin embargo siempre encuentro un rato

en que levanto mi copa vacía

y brindo por ese día,

en que sólo quieras ser mía.


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