No soporto.

No soporto a los ingratos de corazón,

ni a quienes miran por encima del hombro de la tristeza.

no soporto que en las cárceles hayan rejas;

la sociedad de por sí ya es una celda.

no soporto a quienes siempre tienen razón,

ni a los injustos que no pagan sus deudas,

no me gustan los consejos de quien no conoce mi alma,

por mucho que deseen regalarme calma

no aguanto que siempre haya que subir otro escalón

para llegar al fin a tu mirada,

y una vez arriba, encontrar de nuevo la nada.

Mejor quedarse tirado, anhelando a esa amada

que, en su día me dio mis alas.

 


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