Categoría: poesía

Algo tenemos las personas locas, y es que allá por dónde vamos, vamos cerrando bocas pues no somos simples humanos.

Como nunca temí al presidio, pues fué mi forma de vida, intentan buscar mi suicidio a costa de no dejarme salida. Haga lo que haga está mal.

No somos delincuentes. Somos golfos y gamberros, pero somos gente corriente. Alguno, quizás, hasta bombero. Lo que sí es delincuencia en el mundo

Mi querida soledad, he encontrado en ti la forma de sobrevivir a tantísima maldad

No penséis que estoy escomdido. Estoy en mi habitación, volviendo el coger el timón. Encontrando el rumbo perdido.

Ni soy el juego, ni soy la ficha. Soy quién creó el tablero.

Dejaré de restistirme al final para  poder navegar en el viento hasta que llegue ese momento que muchos quieren ver llegar. Mi nombre ya es inmortal, y mi cuerpo sólo una herramienta