NO CAMBIARÍA NADA

No cambiaría absolutamente nada
de todo lo que he tenido que vivir.
Ni a aquellos que me clavaron mil dagas,
ni a quién me intentó hacer feliz.
Lo vivido me ha llevado hasta aquí,
y aunque me siento terriblemente solo,
no solo he aprendido a sobrevivir,
sino también a cuidar de otros.
Ahora que el alzhéimer está en mi hogar,
a pesar de que soy una persona bipolar
soy capaz de coger las riendas de todo
aunque me hunda a veces en mil lodos.
Doy gracias a cualquier dios
que haya hecho mi vida posible
pues aunque tenga una condición atroz
he vivido una vida increíble,
y siento que aún no empezó mi aventura.
La vida es a veces dura,
pero casi todo es cuestión de fé.
Sí, tan solo hay que creer.
Todo empieza por un sueño
que se puede hacer realidad.
Si lo deseas con empeño
verás el camino con claridad.
Tan solo de uno depende llegar a la meta
dónde esperan vítores y trompetas.
No hay que llegar antes que nadie,
hay que llegar caminando a tu aire.
Y cuándo veas que lo estás logrando,
que tus sueños estás alcanzando,
debes acordarte de quién te acompañó
y reconocer siempre su gran honor.
Yo agradezco a tantos que hoy no veo
pero que sé que están escondidos
esperando a entregar el trofeo
al quién encontró el camino perdido.

Perdón y gracias.