Quizás…

Quizás, un día te des cuenta,
de que no puedes vivir sin mí.
Ese día, quiero que sepas,
que seguiré estando aquí…
Deseando tus abrazos,
tus caricias y tus mimos.
Te acurrucaré entre mis brazos,
y te daré todo mi cariño.
Ese día, volveré a ser niño,
y jugaré contigo a lo prohibido.
Ese día, te regalaré mi alma,
y a tus penas otorgaré calma.


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