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Una vieja añoranza de tiempos pasados.
Un breve reencuentro con un viejo aliado.
Un pequeño llorar de tiempos perdidos.
Un desamparo de besos del olvido.
Un rostro camuflado tras una sonrisa.
Un continuo andar sin prisa.
La necesidad de olvidar una piel.
El deseo de otra nueva miel.
Y que si es tarde o temprano?
Nunca jamás volverá el pasado.
El presente se presenta ingrato.
El futuro sólo dura un rato.
Mientras, sigo andando el camino
bajo este invernal frio.
Una cerveza que ya está caliente.
Un café que se ha enfriado.
Y qué si no soy valiente?
Lo siento por mis pecados.
Y qué si los cometería de nuevo?
Mil veces diré que lo siento.
Pero lo ocurrido no ha cambiado.
Sin embargo las risas no me han olvidado.
Ni las indirectas del cobarde,
ni los insultos del valiente,
ni los mimos de mi gente…
Nada es capaz de cambiarme.
Y no digo que no quisiera,
sólo, que quizás no pueda…
O tal vez sea verdad que no quiera.
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