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Blog de Poesía de Kiko Lameiro ©
Querida mamá: Perdóname por tantas cosas que hice mal. Por las veces que dije que iba a cambiar y después, todo volvía a empezar. No quiero hacerte más promesas que sé que no puedo cumplir pero quiero que, por siempre, sepas que lo eres todo para mí. No sé que nos depara el destino, pero…
Hoja
Y yo qué más puedo hacer solo, sino, no dejar de escribir mis versos? Qué podría construir alguien roto y desordenado por dentro? Me siento de esta sociedad tan lejano, tan diferente de quién llamé hermano. Ni mejor, ni peor, pero más odiado y, a veces, demasiado castigado. Debería pedir perdón por algo después de…
Nunca dejes de luchar por tus derechos, pero sobre todo por tu libertad. Que no te cause complejo si llegas a vivir de la mendicidad. Hay muchos con demasisdos privilegios y con muy excasa bondad. Deberían mirarse en algún espejo antes de prejuzgar. Yo casi rozo ese límite vendiendo poemas por la calle. Habría hecho…
Siempre sabré que me volvieron loco aunque nunca pueda demostrarlo. Es más duro que tener el corazón roto. Es algo que nadie puede arreglarlo. Me he quedado trastornado. Ahora mi cabeza es un ciclón. Si me hubieran apuñalado no sería tan intenso el dolor. Darte esperanzas y arrancártelas de cuajo, y así, durante demasiados años.…
A veces siento que la vida quiere ponerme todo en bandeja. Pero lo que mi espejo refleja es la esperanza perdida. Todo lo que un día quise hacer parece mas sencillo cada vez. Lo que pocos comprenden es cuantas cosas me detienen. Unos dicen que son taras, que es cosa de mi cerebro. Otros, que…
YO
Yo quería hacer algo bueno a pesar de todo mal, pero a veces ya no puedo ni intentarme levantar. Ahora pocas cosas me importan. Parece que pocos me soportan y no sé si será mejor así para empezar a dedicarme a mí. He querido morir, incluso lo llegué a intentar, pero por suerte estoy aquí…
Voulle dicir os meus hatersque se coman a miña leitedespóis de comerme o carallo.O cal é un lindo agasallo.
Bucle
Casi siempre me voy a dormir con la esperanza de que al día siguiente, algo haya cambiado. Pero no. Nunca cambia. Vivo un interminable domingo qué si, al menos, fuera de resaca, tendría un buen motivo para quejarme. Pero por culpa de mis pastillas, ya casi ni puedo beber alcohol, apenas. Quizás lo único que…
Un par de manualidades