Otra cerveza

Me habían roto antes el corazón
pero nunca de esta manera.
No sólo perdí mi razón
sino que encontré mi condena.
Lleno de desolación,
por estandarte la pena.
De fondo siempre una canción
que incita a cortarse las venas.

Buscando siempre revolución.
Guerrero de causas ajenas.
Metiéndome en más de un follón
por pensar que vale la pena.
Olvidando pedir perdón
por cada una de mis letras;
siempre salieron del corazón
aunque algunas os dolieran.

No me considero mejor,
es la vida que me cabrea.
No es una cuestión de rencor,
es que vivo para la protesta
desde que en aquella habitación
me ataron de manos y piernas
por culpa de un sucio cabrón
que por drogarme casi me envenena.

Terminé pagándolo yo,
teniendo en contra al sistema,
a ese al que ataco con mi voz,
y en casi todos mis poemas,
pues pocos saben lo atroz
que es llevar una etiqueta
que te quita toda razón
y todo derecho a defensa.

Por eso grito LIBERTAD DE EXPRESIÓN
HASTA QUE LES EXPLOTE LA CABEZA,
Y LES REVIENTE EL CORAZÓN.
Mientras tanto… ¡otra cerveza!


Publicado

en

,

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta