Blog de Poesía de Kiko Lameiro ©

  • Cuándo me vaya por siempre no os doy permiso a llorar. Las amistades ausentes no dejaron de lastimar mi ya corrompida mente por causas de soledad. Culpadme de ser bipolar. Pero culparos siempre de lo que intento anunciar: Las causas de mi muerte no serán mi enfermedad. Es la gente decente la que causa mi…

  • Hubo un tiempo qué necesité gritar. Pero siempre me sentí mudo. Encontré la alternativa de rimar. Se fueron desatando nudos. Fui contando mi verdad escondida entre unos versos. Me forjé una realidad de pensamientos dispersos. Tuve algo para dar a cambio de otros besos. La noria volvió a girar… Aun, todavía preso, quise probar a…

  • Ratas de laboratorio a las que le cambian las entrañas manteniendo el envoltorio. Redes de araña que son recordatorio de tanta mala saña. Una mente brilló. Un corazón se apagó. Un alma se perdió. Y entre tanta miseria un niño mendigo de cariño al que castigo y riño por no crecer como el resto. Por…

  • Pobre

    Yo soy tan sólo un hombre qué nadie conoce su nombre. Por no tener dinero todos dicen que soy pobre. Pero vale más el cobre que manipula el fontanero, que ese que hace que robes volviendote un ser innoble. Mientras escribo estas lineas espero ser siempre fuerte como un roble. Que nunca jamás nadie me…

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  • Los gatos y los ratones corren por los rincones, suben y bajan los escalones, a veces, a trompicones. Un perro siempre vigila. Suena de fondo el «Agila». En la mente del ratón oscilan sueños delirantes dónde aniquila por siempre a todo felino, y a los canes, pone finos, sembrando justicia en su camino, y ajusticiando…

  • Amistades perdidas Lecciones aprendidas Reina caida Fin de partida Sangre en la herida Una vida perdida Otra despedida Un alma que nunca olvida Un corazón que se oxida Recuerdos flotando en la bebida Infinita caída Sueños de huida Obligación de estar agradecida Justicia que lapida infancias perdidas Ausencia de almas queridas Conciencias dormidas Verdades perseguidas…

  • ¡Me vais a comer todos el troncho! Le dije mirando fijamente a mi tío Moncho. Y con coraje y arrogancia me fui de aquella estancia pensando para mí «Quizás no he sido muy sutil». Pero dije lo que pensaba y así mi alma liberaba torrentes de agonías, que poco a poco, día a día han…

  • Si me muriera mañana muchos romperían a llorar. Lo que no sé si saben es que son complices de la soledad. La única que sé que algún día con mi vida decidirá acabar. No es que pida compañía; basta un amigo de calidad. Por suerte los cuento a pares pero tambien un día se irán.…