Blog de Poesía de Kiko Lameiro ©

  • Abajo la Reina Roja

    Abajo la Reina Roja

    No somos delincuentes. Somos golfos y gamberros, pero somos gente corriente. Alguno, quizás, hasta bombero. Lo que sí es delincuencia en el mundo

  • Mi querida soledad

    Mi querida soledad

    Mi querida soledad, he encontrado en ti la forma de sobrevivir a tantísima maldad

  • JUAS RATAPLÁS SAN NICOLÁS

    JUAS RATAPLÁS SAN NICOLÁS

    No penséis que estoy escomdido. Estoy en mi habitación, volviendo el coger el timón. Encontrando el rumbo perdido.

  • JUGUEMOS

    JUGUEMOS

    Si me vienes a conocer. Sólo para reirte de mí. Que sepas qué, antes te conoceré. Y yo sí, sabré hacerte sufrir.

  • Gracias

    Gracias

    Ni soy el juego, ni soy la ficha. Soy quién creó el tablero.

  • CONSEJO

    CONSEJO

    Dejaré de restistirme al final para  poder navegar en el viento hasta que llegue ese momento que muchos quieren ver llegar. Mi nombre ya es inmortal, y mi cuerpo sólo una herramienta

  • PENSAMIENTO

    PENSAMIENTO

  • COBARDES. MENTIROSOS. ASESINOS.

    COBARDES. MENTIROSOS. ASESINOS.

    Esta puta medicación no sirve absolutamente de nada. Sólo para estar más de bajón, y harto estoy de decírselo al psiquiatra. Nunca he buscado compasión. Tan sólo fui a pedir ayuda. Y me hicieron perder por siempre la razón porque nuestras vidas se la sudan. Solo buscan cobrar sus cuotas y llevarse para sí la…

  • NO CAMBIARÍA NADA

    NO CAMBIARÍA NADA

    No cambiaría absolutamente nada de todo lo que he tenido que vivir. Ni a aquellos que me clavaron mil dagas, ni a quién me intentó hacer feliz. Lo vivido me ha llevado hasta aquí, y aunque me siento terriblemente solo, no solo he aprendido a sobrevivir, sino también a cuidar de otros. Ahora que el…

  • Ya no necesito de tu amor.

    Ya no necesito de tu amor.

    Ya no necesito de tu amor. Ahora quiero gasolina para encender mi motor. Me tiraste en una esquina, ni siquiera buscaste un contenedor. No cumpliste ni como amiga. No me llames, ahora, a mí, traidor. No dejaste ni las migas tras engullir mi corazón. Yo que vivía de tu saliva, me robaste hasta la respiración.…